Siempre a las 9:00
Dana
Siempre a las 9:00 de la mañana.
Siempre está en la misma mesa: la de el fondo a la izquierda, pasando desapercibido ante los demás.
Siempre se queda en silencio y no habla con absolutamente nadie.
Siempre pide un té y trae un libro consigo.
Y nunca he podido acercarme, tal vez si le preguntara por su lectura (aunque no me guste leer), o si cambiase mi asiento a uno más cercano al suyo, o tal vez… tal vez deba dejar de obsesionarme con un extraño.
Alex
Siempre a las 9:00 en el mismo taburete: el más a la derecha, junto al ventanal que la deja a la vista de las personas que pasan por la calle.
Siempre un café cargado y una tarta de fresas.
Siempre su portátil de chica pija y sus audífonos igual de pijos.
Y siempre… sin saber muy bien por qué, termino observándola a detalle.
Como un maldito acosador.
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